En los sesenta, nadie podía parar a esa locomotora que eran Lee y Kirby trabajando juntos. Mucho se ha dicho y escrito después sobre la tensión y los desencuentros debajo de esa colaboración, pero lo que realmente importa es lo queda, una obra deslumbrante que resistirá el paso del tiempo. Esta pareja dispareja que tan bien se complementaba, creó una verdadera mitología que explica el impacto que tuvo la Marvel en esa década , y que dio de comer a multitudes de escritores y artistas que han recurrido a ella una y otra vez por más de cuarenta años.
The Watcher (se me escapa ahora la versión castellana del nombre), el misterioso extraterestre que, en vez de permanecer como un observador neutral tal como lo determina el código de su raza, ha intervenido en asuntos interplanetarios infinidad de oportunidades, hace su debut en el número 13 de Fantastic Four (abril de 1963). Ego, el Planeta viviente, lo hizo en el 132 de Mighty Thor (octubre de 1966).
¡Impresionantes Quique! El planeta viviente es lo mas. Un abrazo.
ResponderEliminarAmbos tienen climas increíbles Quique!, pero de los que dibujaste hasta ahora, The Watcher es mi preferido.
ResponderEliminarSalute.
A.
Qué buenos, mamma mía!!! No se con cuál quedarme.
ResponderEliminarExcelsior!!!
ResponderEliminar¡Increibles!
ResponderEliminarSi no me equivoco, en las versiones en castellano (las de Forum al menos, no se las de más atrás), al Watcher (Uatu) se lo conocía cómo "El Vigilante".
Saludos!